tal día como ayer...hizo un año...

13 de Febrero...

Tal día como ayer...hizo un año y, hoy...me miras enfadada y lo entiendo. Esta noche es de aquéllas noches que me siento triste, que no paro de escuchar música romántica, arranco mis lágrimas de cuajo y me siento estúpida. Mi ego me apuñala por la espalda y caigo rendida en los pies de cupido, rogando que no se equivoque. Mi laberinto se hace eterno. Me vuelves a mirar y divisas mis nervios desde la distancia, dónde miles de veces creí. No puedo más!!! Me pesa el pensamiento y mi culpa de no sonreír. Así es, también caigo. Como todos, nadie se libra aunque sea una sola vez. Hace tiempo que no paro de chocar contra paredes, hace tiempo que no avanzo, aunque sigo, continúo mi camino hasta otra pared que es lo único que me encuentro. Esperando cualquier día que en una de esas paredes blancas exista un hueco para traspasar o simplemente pueda deslizarme sobre ella y llegar al otro lado. No sé qué me espera allí, ni siquiera sé si me espera algo. De todas formas...seguiré caminando y alzaré la cabeza en esta búsqueda. Porque sé que sólo tú me encuentras, sólo tú me entiendes, me escuchas y me acaricias con el calor y la suavidad que necesito. Por eso, quiero mirarte y darte las gracias por existir y por enviarme a personas maravillosas a la búsqueda constante de mi yo.

Has tardado un poco más que de costumbre en llegar. Eso sí, brillante como la última vez o más!!! Me has brindado un guiño, como entendiendo mi comportamiento. Y es que a veces una tiene que ponerse firme y seria.

He estado varios días sin salir a verte. Desde el último bajón que me dejó una huella en el pensamiento mientras me zambullía en el mar de mis miedos. La soledad como única compañía y el silencio el mejor sonido que jamás escuché. Solo unas lágrimas mías me acompañaron  hasta el atardecer.