Estás ausente...

Hoy he salido a buscarte de puntillas para no molestarte, pero no estás. Te he buscado en cada rincón del cielo, y al encontrar las estrellas, me puse a llorar. Te vi hecha pedazos y me dolió respirar. Cada lágrima mía era un grito. Al rato una dulce voz me advirtió de que hay noches en las que desapareces para después, pasados unos días volver más brillante que nunca. Me explicó más cosas de ti, el motivo de tu ausencia. Una ausencia que necesitas para enseñarnos que no debemos apegarnos a nada ni a nadie. Que debemos ser libres.

Libre quiero ser, decimos a menudo y no dejamos volar nuestras alas… Permitimos que entren cosas a nuestra vida sin darnos cuenta de que no son buenas…Las aceptamos, nos peleamos con ellas, luchamos contra ellas a toda costa y sin embargo siguen sucediendo y…cuando algo bueno está a punto de entrar en nuestras vidas, le damos un portazo en todas las narices, ponemos barreras y a lo bueno que pueda suceder le echamos el freno de mano. Así no somos libres!!! Somos esclavos sin respiración, y yo no quiero ser así. Quiero vivirlo todo!! Y si puede ser bueno, mejor que mejor…que lo malo llega sin invitación…

Es tu ausencia, mi suspiro

 tu olvido, mi temor

cae la noche en un augurio

sin esplendor.

El silencio se hace eterno

La soledad una canción

Y del baile de mis lágrimas

Surge una flor.

Cuídala, me dices al oído

Ámala con todo tu amor

Respira su aroma perdido

y lo encontrarás en tu corazón

Así, escuchándote, me dormí

Y en mis sueños aparecías junto a mí

Abrazando mi piel desnuda

En la playa de mi jardín

Con una carta de amor que decía

No te olvides nunca de mí.

Sensaciones